martes, enero 08, 2008

Chantajismos

Mi coche también quiere regalo de reyes. Como intuía que yo no le iba a regalar nada ha decidido boicotearme.
Cierto que, a veces, mira envidioso cómo paso a su lado con la bici. Cierto que, a veces, no le cuido como se merece y dejo que se llene de polvo en el garaje y se le medio desinfle una rueda, siempre la misma; luego hacemos las paces, le limpio y le llevo a la gasolinera para inflársela, y le doy ese jarabe rosa antes de echarle gasolina sin plomo. Pero creo que lo que no ha soportado es que, justo ahora, que es cuando más frío hace, le tenga en la calle. Ha sido por fuerza mayor, ya se lo he explicado, otro reclamaba su legítimo lugar; pero no lo entiende, cree que le desplazan porque se hace viejo. Y no, que quede bien claro. Que me duele ver cómo hay tarugos que tienen toda la calle para aparcar y, aún así, se tienen q chocar con el que tienen detrás, aparcar de oído, lo llaman. Y no exagero.
Así que ahora está enfadado, y se ha empeñado en no arrancar hasta que no le regale una batería nueva. Y no, no me dejé las lueces puestas.