miércoles, noviembre 30, 2005

Discusiones bizantinas

No me había pasado nunca eso de discutir y luego no recordar sobre qué (aunque tengo una ligera idea), claro que tampoco me había pasado eso de discutir en sueños. Lo curioso es que no me he despertado enfadada, solo pensando que quizá tendría que agarrar el teléfono, quedar y decir todo eso que sueño inconscientemente. Es una opción. La otra es la que sigo ahora: esperar a que me llamen a mi. Ya me han salido telarañas. Al menos no siento la necesidad de llamar a todas horas, es un avance, o un retroceso, según, una pena en todo caso (o no).

Tampoco me había pasado nunca eso de llevarme puesto un abrigo ajeno, ni siquiera me había pasado eso de ponerme por error un abrigo ajeno. Pues este sábado me pasó, y me di cuenta en la calle despues de abotonarmelo hasta arriba (uy! yo pensaba que este cuello era distinto...) y al ir a meter las manos en los bolsillos... ¿Dónde están los bolsillos!? Ag! Si este abrigo no es el mío! Y a volver al bar a hacer el cambio (-Ese abrigo es mío. -No, el tuyo es el que yo me llevaba puesto ¬¬U) Que sepais que normalmente no soy así...

Nota de última hora: Mi coche (léase el coche que me dejan en casa, el más viejo en todo caso) usaba gasolina Normal allá en sus tiempos, pero como los tiempos cambian cambió a Súper y se quedó tan ancho, bueno, yo creo que incluso corría más, hoy ha probado por primera vez la Sin Plomo, porque no le queda otro remedio, dicho sea de paso, que va acompañada de un aditivo rosa, y se que le gusta ; )

lunes, noviembre 21, 2005

¿Entonces...?

Esta tarde cuando llegaba a casa me he encontrado con mi madre, que para variar iba con prisa y, para variar, se estaba entreteniendo hablando con una vecina, y yo que volvía a casa a descansar y no hacer nada (aunque tendría que hacer unas cuantas cosas... ¬¬) hasta que me tenga que ir a hacer la foto oficial y oficiosa de un equipo de balonmano (que no de fútbol), que estaba con cara de zombie que parece mentira que solo haya tenido tres horas de clase, decía, me he encontrado a mi madre en el semáforo, y he dicho, "no voy a cruzar porque para qué" y justo, para qué, porque ya ha cruzado ella y me ha dicho que la acompañara a comprar, y yo me he asustado, como suele ocurrir en estos casos, porque si me pide que la acompañe a estas horas es por algo, principalmente porque va a comprar mucho y me usa de mula de carga, pero no, yogures y mandarinas, nada más, y lo recalco porque suele ser raro, normalmente cuando va a por fruta "va a por fruta" que parece que ha atracado la tienda. Y volvíamos, yo con los pensamientos en blanco, que es como llevan todo el día, cuando de repente, en el callejón más oscuro por el que pasamos me dice: "¿pero salís o no salís?", y es de esas preguntas que me hacen salir de mi mundo, principalmente porque en mi casa no se habla de novios ni de novias ni de nada y porque yo en casa digo que me he ido al cine con mi mejor amigo igual que podría haber ido con cualquier otra persona, y que me voy con él 5 meses y que además vamos a compratir habitación porque es lo más cómodo para los dos y porque nos lo vamos a pasar mejor que bien y porque queremos, básicamente, pero ella se hace sus ilusiones y me lo pregunta como quién no quiere la cosa después de haberle dado mil vueltas al asunto, seguro, y yo he contestado un soso (que no borde) "pues no" en lugar de haber dicho "no, y tampoco salí con K. por si lo pensabas", pero claro, entonces no se atrevió a preguntar nada, por si respondía que sí.

miércoles, noviembre 16, 2005

Encuentros y desencuentros

Me cuesta escribir, se me ocurren cosas que contar pero cuando me pongo a ello no me salen. Será el otoño. O quizá el otoño sólo sea la excusa. De todos modos suele ocurrirme que me ocurran cosas y piense "ah, mira, esto tengo que recordarlo" o "qué curioso,tengo que contarlo" pero luego lo olvide o se pase el momento (oportuno o no) de decirlo. Ya he pensado eso de ir con una libreta para apuntar todo, pero nunca lo hago, nunca llevo la libreta quiero decir, antes solía llevar papelitos, folios doblados y un boli para anotar cosas o simplemente hacer garabatos, pero ahora ya no, no se porqué. Quizá porque luego se me pierden esos papelitos y no quiero. El caso es que hoy iba a escribir algo y he olvidado el qué, y así estoy escribiendo esto, que también es algo, aunque otro algo.
El otro día me encontré a mi gurú musical,hacía mucho tiempo que nos veíamos pero los dos teníamos prisa así que fue bastante soso el encuentro, lo raro es que vivamos a 50 metros y solo nos encontremos una vez al año y de casualidad, parece ser que los dos tenemos la misma desidia a la hora de cuidar amistades.
Me molesta y me cabrea la actitud pasiva de la gente ante hechos que nos (les) afectan directamente, cómo evitan influir en su propio futuro y cómo (seguro) luego protestarán porque las decisiones que se tomen no son las adecuadas. Me molesta y cabrea que me contagien esa actitud cuando yo tengo voluntad de actuar y que ellos, sin hacer nada, sólo pasando, sean más fuertes que yo; pero agota movilizarse por gente que no pone nada de su parte más que desanimarme con su pasividad. Seguiré intentándolo.

martes, noviembre 08, 2005

Llueve otra vez

- ¿Te duele la pierna?
- No. Me duele todo.

Hoy nos hemos colado en unas conferencias, me explico, enviamos la solicitud y no nos respondieron, ni sí ni no, sino todo lo contrario:
- ¿Los de las conferencias te has contestado o algo?
- No.
- El silencio administrativo es afirmativo, ¿no? Pues vamos.
Y fuimos y no estábamos en la lista, así que allí esperamos hasta que entraron todos, en la espera te enteras de que has estado en los peores sueños de tus profes porque no sabían quiénes eran los "infiltrados" (sí, nosotros, que íbamos por nuestra cuenta y no con su clase), al menos hemos estado en sus sueños mmmm... y eso no puede ser malo. Así que entramos los últimos, pero entramos, y he de decir que los escalones enmoquetados no eran tan incómodos como parecían aunque alguno incluso pilló butaca, a mi el caso es que me encanta estar por los suelos así que tampoco busqué mucho, la verdad. No se porqué la gente huye del suelo, puedes cambiar de postura mil veces y no te cansas, puedes apoyarte en la pared, puedes estirar las piernas, puedes inclinarte, puedes hacer mil cosas y no te ven, puedes irte y no se enteran... En el descanso nos han dado café (no, gracias), zumito rico y galletas mmmmm galleeetaaaas. He imaginado cómo sería caerse en un tanque de zumo de cuatro millones de litros y cómo sería nadar en un mar naranja. En una conferencia cada uno se queda con lo que más le interesa ¿no? pues eso : P Al final nos hemos escapado antes de tiempo jijiji y hemos dado los datos a las azafatas, muy majas ellas. Eso sí, parece que estos días colecciono folletos, voy a venderlos al peso para sacar unas pelillas.

viernes, noviembre 04, 2005

A vuela pluma

Decir que existe una erasmus más en el mundo, y que la están comiendo el coco para que cambie de destino. No me voy muy lejos pero me voy, aunque ahora no se si alegrarme.
- Es una ciudad pequeña
- Sí
- Las ciudades pequeñas están muy bien
- Sí
- ...
- Ven mejor a una grande.

En el cine he de decir que me reí y lo pasé bien, aunque se me hizo algo corto, peli y charla, pero no eran horas, y aquí acaba la crítica cinematográfica que yo no valgo para eso. Eso sí, dejando aparte el peloteo barato, qué majos sois.

martes, noviembre 01, 2005

Where will i go

Las mejores cosas son las que no esperas, las que no preparas, porque así no sufres decepciones, porque no hay espectativas que cumplir y todo sale mejor que bien. Porque dos días dan para mucho, para afianzar amistades, para reir, para visitar, para volver, para recordar, para olvidar. Porque yo no quería olvidar, pero es lo mejor, porque cuanto más lo pienso más me duele, así que, una vez más, digo: se acabó. Porque hay conversaciones mientras la lluvia golpea los cristales que ayudan a aclarar ideas, y nunca lo agradeceré lo suficiente. Porque hay cosas que cambian y cosas que no, para bien o para mal. Porque a veces te (re)descubren una canción que te engancha y te embruja y te atrapa y te obliga a escucharla una y otra vez. Porque me gusta que me enseñen y que me descubran canciones o libros o películas o lugares... o algo. Y porque me gustan los colores del otoño y las hojas secas y los caminos alfombrados con hojas mojadas y con setas escondidas y las ondas en el agua, y los paseos, no olvidemos los paseos y las meriendas. Sobre todo las que llegan sin avisar.