domingo, octubre 26, 2008

No sonreír es como dejar de regar las plantas.



A veces pasa que no buscas nada y encuentras algo (o a alguien) maravilloso, o que buscas una cosa y encuentras otra, y así yo encuentro trabajos, personas o libros, estupendos todos. Lo malo (o bueno) es que cuando encuentro un libro que me gusta luego lo voy regalando por todos lados, como el de las Princesas olvidadas y desconocidas (las pobres), y me da que si al final aprendo a hacer marionetas acabará pasando lo mismo.

Y sin buscar también encuentro pueblos, parajes, animalitos del bosque y gentes que me regalan higos y uvas, y al tiempo recolecto frutos y bayas, y compro dulces ricos en pastelerías madrugadoras. ¿Cómo no sonreir?

sábado, octubre 11, 2008

¡Guntástico!

Al tiempo que oigo a un futuro Chimo Bayo ("que tum ban ban que tum ban que pen" incluído), recuerdo que Chimo es un artista de verdad, como esa otra artistaza que hoy se va a fumar las cenizas de Kurt Cobain (robadas hace unos meses del interior de un peluche que celosamente guardaba la viudísima, Courtney) para así liberar su espíritu y salvarlo de la malintencionada prensa. Y recuerdo también a las quinceañeras de mi clase que forraban sus carpetas escolares con su foto primero, y con su esquela después. Convencida estoy de que ahora escuchan a Gunther.

viernes, octubre 10, 2008

Titiriaragoneando

Sí, titiriaragoneando. Literalmente.
"Haced unas marionetas", nos han dicho. Y miro a EPI y sonrío por dentro y por fuera. ¿Puede haber un trabajo mejor? No padre.