martes, agosto 08, 2006

Diez minutos por paciente

-Hola
-...
-Es que me ha picado una abeja y...
-...
Empezamos bien, pensamos a la vez. Es normal que haya tres personas en una ventanilla y ninguna te haga ni caso.

Y ya habíamos empezado mejor, a mi parecer:
-¿Vas andando tú sola?
-...
-¿Sabes conducir?
-Sí
-¿Te dejo la furgoneta y conduces tú? Sí que puedes, no?
-Hombre pues... es que no se dónde está el ambulatorio. Y duele, no se yo si para conducir...

Uy, mira, solo hemos tenido que esperar 5 minutos. Me toman los datos, a medias, y me señalan al médico.
-Respira despacio.
-...(inspirar, espirar)
-No, respira más.
-¿?...(inspirar, espirar)
-No, más... fuerte.
-(aaaaaah, más profundamente...)...(inspirar, espirar)
-Respiras bien...
-(Ya me había dado cuenta)
-...pero te va a poner el ATS un urbasón, por si acaso. ¿Eres alérgica?
-No.
-Bueno, te lo va a poner, por si acaso. ¿Te han vacunado del tétanos?
-Creo que no
-Te vacunan en el colegio
-Pues entonces sí. Pero hay q poner un recuerdo a los diez años, ¿no? A qué edad te ponen la vacuna? Creo que habría que poner el recuerdo.
-Mira, esa puerta es la del ATS, ve allí.

-Hola.
-...
-...
-...
Varios minutos después...
-Mira a ver a esta chica que la ha picado una abeja.
-...
-...
Cinco minutos después...
-¿Y qué dices que te ha picado?
-Una abeja
-...
Y pasa el tiempo...
-ay ay, duele. (ya se me había acabado el hielo hacía un rato y empezaba a doler de verdad)
-...
Musiquilla en el ordenador.
-...
Entra una doctora y habla con él. Pienso, será ésta la que me pone la inyección.
-blabla
-blabla
Se va. Ah pues no. Y el practicante a lo suyo, en el ordenador. Estará buscando algo importantísimo. Voy a echarle un ojo. ¿¿Repsolipf, pero esto q es???!!! el google???!!!
-AAAAAAYY, (me siento con gesto de dolor y mano al cuello.)
UY!, si parece que reacciona y todo.
-Te han vacunado del tétanos?
-En en colegio, se supone, pero habría que poner el recuerdo, porque habrán pasado los diez años ya.
-Levántate.
-...
-Te va a doler un poco
-Pues no duele tanto. (Relaja, relaja...)
-Ya está, adios.
-(y para esto 10 minutos aquí sufriendo en silencio? si lo llego a saber antes... el atontamiento del dolor que si no...), sí, sí, adios.

Y ahora el voluntarioso conductor de la furgoneta y el médico se han hecho amigos, mira qué bien, cinco minutos más. Terminan de cogerme los datos.
-¿Qué tal?
-Pues teniendo en cuenta que estaba visitando chorradas por internet hasta que le ha apetecido ponerme la inyección... bien, pero ahora me duelen el cuello y el culo.

Como la vida misma.
(A quién se le ocurre coger una abeja con los dedos cuando se te pasea por la yugular...Yo es que sentí unas cosquillitas y...)

miércoles, agosto 02, 2006

Siempre guardamos los días tristes y son tantos los buenos que es muy tonto pensar que no regresarán

Porque en diez días han sido más los días buenos que los tristes, aunque un día todos lo recordaremos siempre, porque fue bueno y porque se tornó muy triste. Por la fortaleza que sacamos de la nada, porque había que seguir jugando. Porque otros estaban allí y había que estar para ellos.

Y con todo y a pesar de todo repetiría la experiencia sin dudarlo, yo, que tanto dudé al principio. He aprendido mucho, me han enseñado mucho, empiezo a abrirme a la gente, descubro mi paciencia, conozco a grandes personas... Y vuelvo a la rutína, a la apatía, y les echo de menos, a todos y cada uno, algunos nos encontraremos, otros no recordarán que estuve allí, pero por todo lo que me han dado sin saberlo GRACIAS.