Me ha atacado otro virus. A mí, que suelen esquivarme. Pero a veces me parece que los busco, vale, estoy segura: esta vez me lo he buscado. Y ahora lucho sin drogas contra él, que es más entretenido. Ya ves.
Y ya me conozco un poco mejor la sierra, tanto ir sierra arriba, sierra abajo. Y a sus gentes, las autóctonas y las alóctonas, y a algunas casi mejor no haberlas conocido, o sí, que luego nos dejan grandes anécdotas para el recuerdo (más información aquí). Y me vuelvo al monte.