
A veces pasa que no buscas nada y encuentras algo (o a alguien) maravilloso, o que buscas una cosa y encuentras otra, y así yo encuentro trabajos, personas o libros, estupendos todos. Lo malo (o bueno) es que cuando encuentro un libro que me gusta luego lo voy regalando por todos lados, como el de las Princesas olvidadas y desconocidas (las pobres), y me da que si al final aprendo a hacer marionetas acabará pasando lo mismo.
Y sin buscar también encuentro pueblos, parajes, animalitos del bosque y gentes que me regalan higos y uvas, y al tiempo recolecto frutos y bayas, y compro dulces ricos en pastelerías madrugadoras. ¿Cómo no sonreir?