El despertar

El ordenador despertó tras una visita a urgencias en la tienda de la esquina. Ya está viejo el pobre. Pero no es excusa y le sigo explotando, con cuidadín, eso sí.

Es algo bastante raro que me de tiempo a conocer gente teniendo en cuenta el poco tiempo que paso en cada sitio, pero esta semana he hecho amiguitos y me estoy hasta las tantas charlando.

Y en los ratos libres leo las reglas de los juegos de mi wishllist


PS: Deseando tener vacaciones estoy ya. Y me temo que se van a tener que retrasar...

El dormilón.

Recuerdo haber visto de pequeña trozos de "El dormilón", no éste precisamente, pero los concursos de mises siempre son un recurso a enlazar. Además, siempre tendremos a Miss Carolina del Sur.

El caso es que esta mañana el ordenador de la empresa no ha querido despertar, ni el móvil de mi hermano que está a 4º Oeste de aquí, y aquí es casi el meridiano 0, que ayer crucé y fotografié (fotografía real de la línea imaginaria pintada en el suelo); pero decía que nuestros aparatos electrónicos no han despertado, debe de ser algo genético, o genérico, quién sabe.

Y yo parezco una marmota, de esas que todavía no he visto este año, todo el día somnolienta.

Por cierto, viva el internet rural wifi, ¡Viva!

El área debajo de la curva.

El lunes tengo (tenemos) exámen en la radio radiofónica de las ondas herzianas, ya sé quién será otro de los tertulianos y me hago pequeñita (y me asusto un poco, la verdad), ahora mismo debería estar estudiando ¿el qué? no lo sé. Todo. Supongo. Y mil etcéteras más. Yo siempre tengo que contar lo mismo, pero hay que adaptarlo. Las mates siempre me dan respeto. Bueno, las integrales me dan miedito. Como a casi todos. Y las leyes me dan sopor. Viva el calor. Me encojo, me encojo y desaparezco.

Home

HOME es nuestra casa, y nos la estamos cargando. Soy optimista y creo que todavía se puede solucionar, que las cosas pueden cambiar. La peli completa aquí.