Para allá que nos vamos

Mañana tengo un exámen de los que hay que aprobar si no quieres quedarte chapando en casa cuando todo el mundo esté ya de fiesta, pero aquí estoy, escribiendo y pensando que tengo que comprarme una mochila; es lo que tiene estudiar, que se te ocurren mil excusas con tal de no hacerlo. Y hoy es buscar una mochila. El caso es que ya he decidido la capacidad (que quiero llevar yo la mochila, no que la mochila me lleve a mi) y ahora estoy lidiando con los precios, porque para qué quiero una mochila si me quedo sin dinero para irme a ningún lado, digo yo. Así que si este fin de semana veis a una mochilera por los madriles con cara de no tener ni un duro (sí, no me acostumbro al euro, qué le voy a hacer), soy yo. Y si alguien quiere quedar conmigo porque llevamos mil años sin vernos o lo que sea pues tb me hace ilusión, oye.