En uno de esos pensamientos absurdos que me atacan a veces he barajado la posibilidad de salir a la calle no ya sólo con el polar, si no con la bufanda y los guantes puestos, a ver si eso que llaman tiempo, porque el clima ya está perdido, se entera ya de la época en la que estamos y deja de tocar las narices poniendo los termómetros a casi 30 grados por estas latitudes, que ya está bien. Y no me quejo porque no me guste el buen tiempo o ver que vuelven los tirantes, que me gusta, pero yo estudié eso de veranos cortos y calurosos, y ahora, con mi (poco) uso de razón, una se siente estafada. Porque luego nos quejamos de que hay lluvias torrenciales y sequías eternas pero en el fondo nos da un poco igual si así podemos seguir luciendo el moreno hasta navidades, que el frío es muy malo y la "moda cebolla" no mola. Y la nieve se convierte en una novedad comparable a que las vacas coman hierba, y si el Kilimanjaro pierde sus nieves perpetuas nos da igual, porque en las pistas que destrozan nuestros montes ponen nieve artificial y esquiamos igual de bien.
Y mi otro pensamiento absurdo me ataca con otra idea aún más absurda, pero que me hace deambular con sonrisa tonta, y se me pasan todos los enfados.
sábado, octubre 28, 2006
jueves, octubre 05, 2006
La vuelta al cole
El simulacro trabajil no ha resultado ser tan monótono como pensaba, programar todo para estar libre a la hora del café resulta interesante, escaparse antes por cuestiones académicas también, y además (ay infelices) me han animado a llevar música para amenizar las mañanas, melendi y lodvg (si hasta ya parezco una quinceañera al uso) comienzan a estar desterrados jiajiajia.
La contrapartida es que no tengo vida, espero que sea cierto eso de que a quien madruga dios le ayuda, porque no estoy hecha para eso. Aunque qué jefa más maja tengo, (negaré esta frase), que me anima a irme antes cada día para que me de tiempo a comer e ir a clase, donde ya se me acumulan los trabajos y casi no hemos empezado, qué será de mi dentro de un mes...
La contrapartida es que no tengo vida, espero que sea cierto eso de que a quien madruga dios le ayuda, porque no estoy hecha para eso. Aunque qué jefa más maja tengo, (negaré esta frase), que me anima a irme antes cada día para que me de tiempo a comer e ir a clase, donde ya se me acumulan los trabajos y casi no hemos empezado, qué será de mi dentro de un mes...
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