Bien podría haber titulado este post como "lo que no me pase a mi no le pasa a nadie", pero contengo mis impulsos de exageración. Por cierto, hoy han homenajeado a Buñuel, surrealismo al cuadrado.
En "La 2 Noticias" (cómo me encanta que un telediario tenga nombre (como el Tedé de la 1) y deje de ser un vulgar telediario (mi abuelo lo seguiría llamando "el parte") para convertirse en EL INFORMATIVO) hoy han llevado a Amaral a cantar en directo, no desde el plató sino desde un garito (Mara Torres dixit), miniconcierto para los espectadores (y los 4 gatos q se habían enterado y han asomado la gaita por allí) ¿Qué clase de telediario hace eso? Los mismos que se atreven a entrevistar a Calamaro y mostrar el resultado.
A mi casa llama mucha gente por teléfono: mi madre (o mi hermano en su defecto), una señora preguntado por Mari, otra señora preguntando por Pepi, la señora 1 preguntando otra vez por Mari, unos que me quieren vender un seguro, una señora que me encuesta y me quiere vender comida congelada y traérmela a domicilio, una chica que me ofrece tropecientos canales de televisión por lo mismo que me cuesta la línea de teléfono y que se queda pillada cuando la digo que mi tele no tiene euroconector y que no me sirve de nada que me pongan tantos canales si no los puedo ver y que, claro, no me voy a comprar una tele solo por eso (claro, claro, me dice), y así. Hasta hoy, que ha llamado un chico para que me cambiara de compañía telefónica y como ha resultado que no me podía hacer la oferta ha empezado a contarme su vida y a interesarse por la mía. Fragmentos de la conversación, porque a veces alucino tanto que no soy capaz de reaccionar y porque me echo unas risas, oiga!
- Pues yo salgo dentro de un rato de trabajar -me dice- y tú tendrás que cenar.
- Sí -digo yo.
- ¿Y qué vas a cenar?
- (¿mande?)
- ¿Y te puedo preguntar cuántos años tienes?
- (¿ein?)
- ¿Y qué haces? ¿Estás estudiando?
- (¿ein? ¿ein?)
Cuando me ha preguntado si vivía con mi novio me ha empezado ya a entrar la risa, bueno, y cuándo me ha dicho que no sabía qué más decir. Tengo taaaanto que aprender de los teleoperadores.
jueves, mayo 29, 2008
jueves, mayo 15, 2008
Confesión
Veo en La 2 Noticias que el Etna está de fiesta. Siempre me han gustado los volcanes. Quizá sea porque son una de las pocas cosas que no podemos controlar (ni predecir). Me fascina ver la energía del planeta. El desequilibrio que se puede producir en un instante. La regeneración después de la catástrofe. La Tierra se rebela y nos enseña que sólo estamos de paso, que los volcanes estaban antes y, seguramente, estarán después.
¿He dicho que también me encantan las tormentas?
Y me hace pensar que todo puede cambiar sin avisar, inesperadamente. Y tomo decisiones.
Y me da miedo pero, al fin y al cabo, siempre habrá calma después de la tormenta, ¿no?
viernes, mayo 09, 2008
Bucle
Cortando por lo sano el bucle infinito de hotmail tenía fin. Aleluya. Por otro lado ahora estoy en otro bucle que incluye números, dados y colores.
A estas alturas he descubierto que en momentos de estrés mi cerebro es incapaz de enviar órdenes a mis dedos y que el meñique tiene vida propia. Adicción.
A estas alturas he descubierto que en momentos de estrés mi cerebro es incapaz de enviar órdenes a mis dedos y que el meñique tiene vida propia. Adicción.
jueves, mayo 08, 2008
Rutina
No me voy a poner a enumerar mi rutina diaria, porque es eso: rutina, nada fuera de lo normal. Solo diré que, más o menos cada día, reviso el correo (el de papel y el digital), en el tradicional, el que trae el cartero que me despierta (casi) todos los días, solo hay facturas. En el digital recibo cosas más interesantes... cuando puedo entrar. Desde hace unos días todo intento se traduce en un bucle de una dirección a otra que nunca llega a ningún sitio. He probado dos navegadores diferentes y empiezo a pensar que es una conspiración, o similar. El caso es que yo también, a veces, doy muchas vueltas para, al final, no llegar a nungún lado y acabar mareada.
Ayer hablé por teléfono con D. (qué haría yo sin D.) y llegué a la conclusión de que, otras veces, doy muchas vueltas para acabar llegando al principio, a lo que ya sabía, y reconocer que es así, que siempre ha sido así, y abro todas las ventanas y pongo la música a todo volumen mientras pienso en bichos, en agua y en B. que, por fin, me hace caso.
Ayer hablé por teléfono con D. (qué haría yo sin D.) y llegué a la conclusión de que, otras veces, doy muchas vueltas para acabar llegando al principio, a lo que ya sabía, y reconocer que es así, que siempre ha sido así, y abro todas las ventanas y pongo la música a todo volumen mientras pienso en bichos, en agua y en B. que, por fin, me hace caso.
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