Acabo de despertarme de la minisiesta tarareando una melodía, alguien tocaba la guitarra en la casa de al lado, primero solo rascaban las cuerdas y luego le han empezado a poner letra. Me gustaba y me han dado ganas de tocar mi guitarra sin cuerdas (que tampoco se tocar) y de llamar a su puerta para decirles que me gusta esa canción, pero no lo he hecho porque no quería interrumpirles, porque no hemos pasado del hola las dos veces que les he visto, porque llego tarde a la biblioteca (y luego no tengo sitio) y porque no sabría bien qué decirles, la verdad.
6 comentarios:
Música al otro lado del tabique...si es buena..enhorabuena...si es mala...ponles la tele a todo volumen....!!
Escuchar música a lo lejos, es como una caricia...no quieres que se acabe nunca..
Besos siquis
humm... a mi me pasa igual con la música del bar de abajo cada vez que intento dormirme por las noches. Desgraciadamente, no siempre son musikitas q m ayudan a ello... Bueno, ahora cuento con mi cansancio acumulado, q no me permite ni siquiera distinguirlas, porque en cuanto caigo en la cama empiezo a soñar.
Me he acordado de esto:hace poco me contaba una chica que cuando era pequeña se acercaba a cualquiera que le parecía interesante y decía: "hola, me llamo tal, tengo tantos años, ¿quieres que seamos amig@s?,podemos jugar" Nos reíamos, pero yo me quedo a veces con las ganas. Cada vez menos, creo.
Gatazul: jeje, era buena o ya hubiera tomado contramedidas drásticas. Está bien que te despierten así.
Ire: lo tuyo es un caso aparte, mientras te dejen soñar toda va bien.
nadadora: ¡cuántas buenas costumbres infantiles hemos perdido! ¿Cómo que cada vez menos? No pierdas ese espíritu.
yo decía lo contrario, que cada vez me pasa menos, será que cada vez soy más infantil ;)
jeje, no eres la única ; )
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