Sigo en este pueblo, y sí, a veces también trabajo los domingos, cosa que, a veces, prefiero.
Hoy hay unos niñatos que solo entran a molestar y a colarse en otras salas, aún no se me ha ocurrido para qué quieren el aguafuerte de la sala de la caldera, ni qué diversión tiene asomarse por la puerta, ver que estoy ahí, echarse a reír y salir corriendo. Creo que se aburren demasiado, y eso que hay una feria medieval. Edito: Los criajos se han llevado un imán (ooooh, un imán) y lo han tirado en la calle, luego han vuelto a echarse unas risas y les he cerrado la puerta en las narices, a cambio me la han atrancado por fuera, hasta que se han cansado. Nota 1: la guardia civil nunca está cuando hace falta. Nota 2: la gente tiene hijos por aburrimiento. Anexo a la Nota 2: ¿Son tan caros los condones?
1 comentario:
Míralo por el lado positivo: les has encerrado en la calle.
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