martes, noviembre 01, 2005

Where will i go

Las mejores cosas son las que no esperas, las que no preparas, porque así no sufres decepciones, porque no hay espectativas que cumplir y todo sale mejor que bien. Porque dos días dan para mucho, para afianzar amistades, para reir, para visitar, para volver, para recordar, para olvidar. Porque yo no quería olvidar, pero es lo mejor, porque cuanto más lo pienso más me duele, así que, una vez más, digo: se acabó. Porque hay conversaciones mientras la lluvia golpea los cristales que ayudan a aclarar ideas, y nunca lo agradeceré lo suficiente. Porque hay cosas que cambian y cosas que no, para bien o para mal. Porque a veces te (re)descubren una canción que te engancha y te embruja y te atrapa y te obliga a escucharla una y otra vez. Porque me gusta que me enseñen y que me descubran canciones o libros o películas o lugares... o algo. Y porque me gustan los colores del otoño y las hojas secas y los caminos alfombrados con hojas mojadas y con setas escondidas y las ondas en el agua, y los paseos, no olvidemos los paseos y las meriendas. Sobre todo las que llegan sin avisar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo contigo, es verdad que las mejores cosas son las que no esperas. Casi siempre.
Como cuando sales un día de fiesta y piensas en pasártelo genial y al final todo es una mierda, o cuando tienes pensado irte pronto a casa y todo se vuelve diferente y te lías hasta las mil. Y muchas cosas más, claro.
Y bueno, si hay que olvidar para que no duela, pues se intenta.

nadadora dijo...

Las meriendas que llegan sin avisar me inspiran confianza. Y olvidar, se intenta... (y resulta que se consigue aunque el olvido sea de la modalidad cicatrizante y no amnesia total ;))

siquis dijo...

nuka: Me alegra saber que estamos de acuerdo ; )

nadadora: Sí, ya sabes, nadando en agua con sal.